domingo, 11 de abril de 2010

Los 'camisas rojas' tailandeses rechazan negociar con el Gobierno tras los disturbios de ayer.

Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden se saldaron con 19 muertos.- El Gobierno asegura que sus fuerzas no usaron munición real

REUTERS - Bangkok - 11/04/2010


Tailandia se ha despertado hoy en calma tras la violenta jornada de ayer, en la que los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el movimiento opositor conocido como los camisas rojas se saldaron con la muerte de 19 personas y 800 heridos. Los opositores, procedentes en su mayoría de las clases rurales y partidarios del ex presidente Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006, han descartado hoy negociaciones con el Gobierno de Abhisit Vejjajiva y han anunciado que su intención es continuar con las protestas para forzar las elecciones anticipadas.

Los enfrentamientos de ayer, los más graves producidos en el país desde 1992, se calmaron después de que las fuerzas del orden dispersasen violentamente a los manifestantes y hoy Bangkok ha amanecido en calma. No obstante, no se descartan nuevos episodios violentos en vista de que los camisas rojas no tienen intención de cejar en su lucha.

De hecho, los partidarios de Thaksin mantienen su ocupación de dos zonas estratégicas de Bangkok. Las fuerzas del orden tienen orden de no actuar contra ellos en la zona comercial de la capital tailandesa. Además, el portavoz del Gobierno, Panitan Wattanaagorn, ha asegurado que ni los soldados ni la policía abrieron fuego real contra los manifestantes y han asegurado que las armas disparadas ayer no eran suyas. Admite que sus efectivos realizaron disparos reales al aire para instar a los congregados a que abandonaran la zona, mientras el resto dispararon balas de fogueo o proyectiles de goma. Por supuesto, esta versión ha sido contestada por los camisas rojas. Cuatro de los fallecidos, en cualquier caso, eran soldados.

El Gobierno mantiene que tiene intención de conversar con los camisas rojas y ha nombrado a un alto cargo para llevar a cabo las negociaciones que lleven al fin de la violencia, diálogo rechazado por los opositores. "Se acabó el tiempo de las negociaciones. No negociamos con asesinos", ha declarado Weng Tojirakarn, uno de los líderes opositores. "Seguiremos luchando".

También ha habido protestas en otros lugares del país, además de la capital. Los medios taliandeses han informado de que unos 500 camisas rojas han entrado por la fuerza en las propiedades de una estación de satélites de la compañía Thaicom al norte de la capital. También se ha informado del lanzamiento de una granada en una estación de televisión propiedad del ejército en le provincial de Phayao, al norte del país.

Los opositores sostienen que el actual primer ministro Abhisit carece de legitimidad popular, ya que accedió al poder en una votación parlamentaria en 2008 tras una decisión judicial que disolvió el partido entonces en el poder, afín a Thaksin. Los partidarios del ex presidente -depuesto en 2008 tras ser condenado por corrupción- están en buena situación para volver al Gobierno de celebrarse ahora elecciones.

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